Las hierbas expectorantes promueven la descarga de flema y mucosidad del cuerpo.
Limpian los pulmones y las fosas nasales, pero también el estómago.
Son útiles en afecciones respiratorias, resfriados crónicos o agudos, gripes, asma, bronquitis, neumonía.
Lo primero que hay que entender es que el origen de la mucosidad ocurre en el estomago y puede obstruir el tracto gastrointestinal, dando lugar a indigestión y mala asimilación. Por ende estas hierbas ayudan a eliminar el moco del estomago y todo el tracto.
La flema y la mucosidad pueden acumularse en cualquier parte del cuerpo, causando varios crecimientos o tumores (generalmente benignos). Pueden acumularse debajo de la piel, por ejemplo, y pueden obstruir los canales del sistema circulatorio y de otro tipo, lo que provoca todo tipo de enfermedades, incluidos los trastornos nerviosos.
Las hierbas expectorantes son de dos tipos y funcionan de dos maneras diferentes. Algunos expectorantes, como el jengibre, eliminan la mucosidad mediante una acción secante. Son principalmente picantes en sabor y calientes en energía, y también pueden ser hierbas estimulantes, diaforéticas o carminativas.
Otros, como el regaliz, ayudan a eliminar la mucosidad mediante una acción nebulizadora. Aumentan y licuan Kapha, promoviendo que su flujo sea eliminado del cuerpo. Son principalmente hierbas dulces y frías. También son hierbas emolientes y demulcentes, sustancias mucilaginosas que tienen un efecto suavizante y calmante sobre la piel y las membranas mucosas.
Los expectorantes que calientan y secan disipan el frío y la humedad, disminuyen Kapha y ama, aumentan pitta y agni, y son particularmente buenos para los resfriados tipo Kapha o kapha-vata y las afecciones respiratorias.
Los expectorantes refrescantes y humectantes disipan el calor y la sequedad, licuan Kapha y ama, y funcionan más en los resfriados de tipo vata o pitta-vata y las aflicciones respiratorias de dolor de garganta o tos seca y áspera.
La mayoría de los expectorantes poseen una acción para aliviar la tos, ya que la tos generalmente es causada por la obstrucción de la mucosidad o la irritación de las vías respiratorias.
Podemos dividir la tos de dos formas: como húmeda (productiva) o seca (improductiva) y tratarla con los tipos apropiados de hierbas.
La tos o el resfriado con flema clara y abundante suele indicar un trastorno de Kapha,frío-húmedo. Tos o catarro con flema amarilla o inflamación de las mucosas suele indicar fiebre o desarreglos pitta, humedad-calor. La tos seca junto con escasa flema y frío suele indicar problemas de Vata, especialmente si se trata de una afección crónica.
La tos y los resfriados son básicamente trastornos kapha, ya que la mucosidad es acumulacion de kapha y kapha tiene su sitio en sus organos principales que son en el estómago y los pulmones. Los resfriados crónicos y la congestión mucosa a menudo se alivian con vómitos terapéuticos, terapia emética, una especie de acción expectorante radical.
Los humectantes expectorantes o demulcentes se pueden usar externamente para ayudar a curar llagas, heridas o úlceras. Son nutritivos y favorecen el crecimiento celular, además de ser antinflamatorios.
La acción calmante de las hierbas demulcentes les otorga un poder para ayudar a calmar el corazón y los nervios. Sirven muchisimo en condiciones vata de deshidratación y agotamiento de los tejidos. Las hierbas demulcentes alivian la sequedad. Alimentan las membranas mucosas y el tejido conectivo. Ambos tipos de expectorantes pueden combinarse para ayudar a equilibrar su acción. Los expectorantes calientes y secos, como el jengibre, se pueden usar con un expectorante humectante como el regaliz, para no agravar vata o pitta por su sequedad o calor. Los expectorantes fríos y húmedos pueden requerir la adición de una hierba caliente y picante como el jengibre, ya que son pesados y difíciles de digerir y pueden agravar el ama.
El efecto de una fórmula depende del predominio de las hierbas en ella y no debe ser demasiado unilateral en acción.
Expectorantes secantes típicos: cálamo, canela, clavo, pimienta cubeba, helenio, jengibre (seco), marrubio, hisopo, semillas de mostaza, piel de naranja, pippali, salvia, jengibre silvestre, yerba santa.
Expectorantes o demulcentes humectantes típicos: bambú, pamplina, raíz de consuelda, linaza, musgo de Irlanda, regaliz, helecho de doncella, malvavisco, azúcar sin refinar, olmo americano, sello de Salomón.
Hierbas típicas para aliviar la tos: semillas de albaricoque, arrayán, coltsfoot, efedra (ma-huang), eucalipto, grindelia, marrubio, gordolobo, osha, tomillo, cereza silvestre.
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