La desintoxicación es tan necesaria para la mente como para el cuerpo. Sin embargo, para que comience la desintoxicación, primero debemos dejar de consumir toxinas en nosotros mismos. Para el bienestar mental, primero debe evitarse que las impresiones y experiencias erróneas entren en nuestra conciencia, así como para el bienestar físico debemos evitar la comida incorrecta.
En segundo lugar, debe haber una inteligencia fuerte para digerir las impresiones correctamente. Debemos esforzarnos por evitar las experiencias negativas tanto como sea posible. Cuando no podemos hacer esto, debemos tener suficiente inteligencia para digerir incluso las impresiones perturbadoras, que no siempre son evitables.
Eliminar las toxinas de la conciencia implica detener su ingesta, lo que requiere el control de la mente y los sentidos. Luego requiere dirigir la luz de la inteligencia interna para quemar las experiencias equivocadas que ya hemos absorbido.
Así como el ayuno de los alimentos ayuda a desintoxicar el cuerpo, el ayuno de las impresiones desintoxica la mente. Una vez que cesa el consumo de impresiones, la conciencia, cuya naturaleza es el espacio, se vaciará naturalmente. Su contenido llegará al nivel de inteligencia que luego podrá ser digerido adecuadamente.
Esto requiere un pensamiento profundo, investigación y meditación. Cuando la mente y los sentidos externos están tranquilos y silenciosos, surgen nuestros pensamientos internos. Hábitos y recuerdos profundamente arraigados flotan en la superficie. Si aprendemos a observarlos y comprenderlos, podemos dejarlos ir, pero esto requiere que estemos dispuestos a liberarnos de ellos.
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